La Visión de La Fraternidad está basada en su objetivo principal, el cual es atraer hombres de negocios al conocimiento del Señor Jesucristo.

La Fraternidad de Hombres de Negocios es una agrupación de hombres comunes, dedicados a diferentes actividades profesionales, empresariales, agrícolas y laborales, que nos reunimos en un ambiente muy fraternal para compartir por medio del testimonio personal como Dios hace un cambio en nuestras vidas, de cómo el Señor Jesucristo nos da una nueva Visión para nuestra familia y nuestros negocios. La Fraternidad pretende unir a los hombres mediante la FE y la ENTREGA de sus vidas a CRISTO JESÚS, entrelazados por la amistad.

Somos hombres que solíamos vivir vacíos en nuestra vida, con frustraciones, angustias, complejos, temores e infinidad de problemas diferentes.

Somos hombres que estuvimos atrapados por las garras del alcoholismo, la drogadicción, el adulterio, la mentira, el engaño, la soledad, el orgullo, la prepotencia, el materialismo, etc., pues en nuestra lucha constante por alcanzar la felicidad, nos vimos limitados en nuestra libertad, siendo esclavos del plan del mundo, cada uno de nosotros arrastrando sus propias cadenas y viviendo una muerte espiritual.

No somos una nueva religión, no somos una nueva iglesia… ¡ni siquiera pretendemos serlo! No buscamos que los hombres cambien la religión que profesan, pues a nuestras reuniones vienen hombres de todas las denominaciones cristianas conocidas y comparten sus experiencias para ayudarte a encontrar una luz en la oscuridad; así como el apoyo necesario para seguir adelante. Motivamos a los hombres para que regresen a su iglesia, a la que crean o dicen pertenecer para que se integren de una manera activa.

Somos una Fraternidad porque amamos reunirnos con aprecio y amistad. El problema de un compañero es el problema de todos; nos apoyamos, motivamos y compartimos el testimonio de cómo Dios hizo un cambio en nuestra vida a través de un encuentro personal con el Señor Jesucristo.

Somos Hombres de Negocios que nos dedicamos a actividades comunes, sin ningún bagaje espiritual, que colaboramos de una u otra forma con la economía del país; somos hombres normales que pasamos a ser extraordinarios mediante el poder del Espíritu Santo. Nos reunimos en desayunos, almuerzos, cenas; en hoteles, clubes privados, restaurantes y lugares públicos en donde podamos presentar un ambiente propicio para la reunión y poder cumplir la misión sin que se vea como un evento o actividad de tipo religioso, en donde profesionales, industriales, inversionistas, comerciantes, agricultores y obreros compartimos mediante el Testimonio nuestra experiencia del cambio que el Señor Jesucristo hizo en nuestras vidas.

La Fraternidad somos una agrupación de hombres de negocios que hemos sentido la necesidad de compartir nuestra relación espiritual con Dios, y motivar a otros hombres de negocios para que se decidan a vivir esta experiencia a través de un encuentro personal con el Señor Jesucristo.

Somos portadores de la Buena Noticia de que Dios nos ama y está interesado en nuestras vidas, en nuestro corazón, y lo compartimos con otros hombres a través de nuestra experiencia.