En el Señor hallo refugio. (Salmo 11:1)
He notado que los que sirven a Dios más alegremente son los que lo conocen mejor personalmente. Los más veloces para hablar de Jesús son los que se dan cuenta cuán grande ha sido su propia redención.
Dios es Amigo exaltado, un Padre santo, un Rey elevado. ¿Cómo nos acercamos a Él? ¿Cómo rey, como padre o como amigo? La respuesta: “¡Sí!”.